jueves, 18 de junio de 2009

Sin fuerzas...12.6...


Siempre digo que voy a cambiar, que lo voy a lograr, pero solo me miento a mí misma. Estoy cansada de pensar "hoy no voy a cenar", "no voy a caer en la tentación" y después estar sentada a la mesa engullendo patatas fritas que ni siquiera me gustar, por puro aburrimiento, o tener la boca manchada de chocolate mientras leo blogs.
Odio comer, siempre lo he odiaddo. Hace poco encontré el típico libro de esos que te dan tus amigos para que rellenes las preguntas. En la pregunta "que no te gusta" había escrito claramente" comer". Entonces yo tenía ocho años.
Desde hace un tiempo siempre tengo ganas de vomitar después de comer, ya sea mental como físicamente. La verdad, a veces dudo que no saber vomitar sea bueno.
No quiero volver a enfrentarme a la báscula y perder. En tres días de caminar sin cesar he engordado. O más bien engordé ayer al cenar, pues estaba tan dormida que comí todo lo que me pusieron delante y me fui directamente a dormir, sin hacer los ejercicios que acostumbro hacer.
Melo pasé bien en Valencia, aunque si hubiese adelgazado o estuviese delgada habría disfrutado mucho más del viaje.
Este poeensamiento suena bastante ridículo, pero desgraciadamente es cierto. Cuando fuimos a la playa yo solo me refresqué los pies mientras los demás saltaban olas y se hacían ahogadillas los unos a los otros. Yo también quería, pero no quería traumatizar a nadie, asi que, aún llevando ballador, no me quité quité el vestido en ningún momento. Me sentía tan mal, tan gorda y fea como soy... Sobre todo porque todas las chicas de mi clase están delgadas, ninguna debe pasar de los 50 kilos.
Si solo hubiese ocurrido ocurrido ésto, habría sido un viaje fenomenal, después de todo estoy acostumbrada a ésto, pero lo peor ocurrió al día siguiente.
Como estabamos en un hostal, teníamos que prepararnos la comida nosotros. Después de haber ido a por los ingredientes para la cena L (chico) , M (chica) y yo, volvimos hablando tranquilamente y, no recuerdo cuál de las dos, pero una de nosotras dijo algo sobre su aspecto y L dijo que no estabamos tan mal. Ese "tan mal" ya sonó mal de por sí, pero, como si no hubiese metido la pata, continuó hablando, Dijo que las dos estamos bien de cara, pero de cuerpo perdemos mucho. Luego "rectificó" y dijo que M pierde más de cuerpo que yo. Pobre M, pero, la verdad, me habría deprimido más si L me viese tan gorda como a M.
Aún así me dieron unas ganas increibles de llorar, asi que pasé el resto de la tarde callada, sumida en mis pensamientos. Esta revelación me hizo llorar mares por dentro.
No puedo más, quiero dormir y despertar cuando todo haya cambiado. Debería hacer algo que no sea llorar y echar de menos las heridas de mi cuchilla afilada, pero me encuentro sin fuerzas.
Gracias por animarme con vuestros comentarios, de verdad, antes me han ayudado un montón, estaba a punto de llorar y he conseguido escribir todo esto sin echar una sola lágrima.
De verdad, me habeis ayudado mucho.
Luego responhderé a vuestros comentarios, pero, como siemore, tengo prisas. Tengo que salir de casa corriendo.

2 comentarios:

  1. Animate. Poco a poco llegaras a tu meta y L tendra q tragarse sus palabras. Besos!

    ResponderEliminar
  2. vamos nena....

    vas a ver q pronto lo logras...

    pero trata de vencer la ansiedad, es dificil pero podes lograrlo....

    te dejo besos x monton... xD

    ResponderEliminar