De verdad que ya no sé qué hacer. Aún así lo sigo intentando, pero de poco me sirve si no consigo más que engordar
Hacía mucho que no entraba en el blog, después de todo nada ha cambiado desde la última vez que escribí.
Llevo varios meses comiendo sin parar, sin apenas hacer ejercicio.
Lo único bueno de este mes ha sido que he mejorado en varias asignaturas.
Me da miedo pesarme, me da vergüenza mirarme en el espejo. Nunca antes había deseado tanto romper un espejo.
Quiero comprar ropa para la primavera, pero me da miedo probarme ropa, porque sé que la única talla en la que quizás podría caber es en la 42. Y no me gusta ese número.
Me gustaría volver a actualizar más a menudo, pero no puedo afrontarme al hecho de haber engordado y de no hacer nada al respecto. A menudo me fascina mi falta de fortaleza. ¿Dónde está mi orgullo? Comienzo a pensar que me lo trago junto a la comida innecesaria que ingiero cada día.
