Cada vez que creo que me puedo
controlar acabo fracasando. “No voy a cenar” me dije ayer después
de escribir en el blog. Y terminé comiendo un trozo de queso y un
poco de la comida de hoy mientras la preparaba. También pretendía
no comer hoy, ya que me toca pasarme el día entero en la
universidad. Pero he acabado comiendo, e incluso ayer por la noche
decidí hacerme la comida. Spaguetti a la carbonara. Me los he comido
todos. Me doy asco. Ayer preparé la comida de hoy para hacer algo,
no aburrirme y terminar comiendo todo lo que se me pusiese delante y
hoy he comido todo lo que había traído a la universidad porque
estoy nerviosa.
A mis nervios hbituales pre exámenes y
entregas y presentaciones de trabajos se ha unido un nuevo factor.
Mañana me dará absolutamente igual, pero hoy no puedo pensar en
ello.
Ayer por la noche, cuando ya estaba a
punto de quedarme dormida, vibró mi móvil. No me pareció extraño
porque le había mandado un mensaje a mi novio hacía ya un rato y,
aunque no esperaba contestación, podría haberme contestado. No hice
caso al teléfono, ya podría leer el mensaje por la mañana. Pero al
cabo de unos 10 minutos el móvil volvió a sonar. Eso ya me pareció
más raro, así que miré el móvil. Era un whatsapp de un amigo (si
es que le puedo llamar así). ¿Os acordáis del verano, que os conté
que conocí a un chico muy simpático, que decidimos decir lo típico
de ser novios de repuesto (tanto él como yo teníamos pareja) pero
que el día antes de irse tres meses fuera me dijo que no me hiciese
ilusiones con él (nadie se había hecho ilusiones, pero bueno) y no
volví a saber nada de él hasta que volvió? Pues bien, cuando
volvió hablamos alguna que otra vez, pero casi nada. Por eso me
pareció aun más raro que me hablase. Los dos mensajes que me había
eran un saludo (o todo lo saludo que puede ser un “eyy. Oye”). Me
quedé de cuadros cuando leí lo que me escribió. “ Hace unos días
corté con mi novia”. Mi primer instinto fue responderle con un “y
a mí que más me da?” (vale sí, me cabreó que me despertara y
que encima ahora me dijese eso después de decir que no me hiciese
ilusiones, pero no era plan de decirle eso, así que le dije que lo
sentía y le pregunté qué había pasado. Pero realmente lo que
quería responder era que no entendía por qué sólo me habló para
decirme eso.
Y ahora no sé qué pensar. No sé si
sólo me lo contó para molestar o porque quería algo o... yo que
sé. Esta mañana he mirado el móvil por si acaso no lo había
soñado, pero ahí está grabada la conversación. Mañana me dará
completamente igual todo, pero hoy me no sé qué pensar.
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