
Sé que el viernes no pesaré 59 kilos. Lo sé porque aunque me he prometido controlarme más no lo estoy haciendo. Pero no sé por qué no me está afectando tanto. Quizás porque no es una fecha superimportante. Simplemente voy a Alemania a visitar a mi hermana y ya de paso a ver un concierto de Rammstein.
No es Nochebuena, cuando quiero llevar un modelito precioso y quiero salir bien en las fotos. No es Nochevieja, cuando seguramente salga de fiesta después de tomas las uvas.
O quizás es simplemente porque sabía que no lo iba a conseguir. Y porque, como ya lo había asumido, qyer fui yo quien propuso comprarnos entre tres personas una tableta de turrón de suchard blanco. Y sí, me comí mi parte sin rechistar. La compartí con mi madre y mi padre, que csi no comieron, pero al menos me quitaron unos gramos de encima.
Últimamente no estoy tan obsesionada con las calorías, sino que me fijo más en la grasa de las cosas. Me preocupa más porque siempre he tenido un índice de masa bastante alto.