Me convencí a mí misma de que había engordao en el fin de semana porque estaba mi novio en casa y si no se enfadaría. Lo único que he hecho a sido engañarme.
Durante estos dos últimos días he seguido comiendo exactamente igual que en el fin de semana o incluso he comido más. Cada vez me cuesta más dejar de comer.
Además para colmo ayer mi hermana me invitó a ir con ella, su novio y unos amigos a un concierto. Yo acepté. Quería ir, hace mucho que no salgo y además tenía la esperanza de moverme un poco y hacer desaparecer algunos gramos. Como íbamos a salir cené, cuando en realidad pretendía saltarme la cena.
Nada más terminar de cenar le pregunté a mi hermana a qué hora teníamos que salir. "Pero si al final no vamos."
Perfecto, nadie me avisa de que han cambiado de opinión. Otra noche más que me quedo en casa acumulando kilos.

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Lo peor de todo es que cada vez que me subo a la báscula me entran unas ganas terribles de llorar pero luego como más de lo que me puedo permitir.

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Muchas gracias por vuestros comentarios, los agradezco un montón.
Quiero que sepáis que siempre (o siempre que tengo tiempo) miro vuestros blogs, pero muchas veces no comento porque no sé exactamente qué escribir. No quiero escribir la típica frase de ánimo, busco algo más original, o tengo miedo de que lo que escriba se pueda malinterpretar- dado lo nula que soy en las relaciones sociales eso no sería de extrañar-.