martes, 30 de octubre de 2012

Justo cuando  todo parecía ir mejor me derrumbo. 

Hoy he terminado la clase de literatura llorando. A pesar de haber cortado con mi novio hace un mes él sigue hablándome constantemente por mucho que le diga que pare. No quería bloquearle porque creía que se daría cuenta de que así sólo logra hacernos daño a los dos. Pero parece que no quiere parar. 
Ayer por la noche hablé con él para ver si por fin conseguía que dejase de molestarme. Acabamos discutiendo. Y precisamente he soñado que quedábamos para hablar y discutíamos, él intentaba volver conmigo, pero yo no quería. 
Y hoy en clase he mirado el móvil y ahí estaba: un nuevo mensaje suyo en el facebook. Él me culpa por todo lo que ha pasado. No entiende que llevábamos mal más de un año. Dice constantemente que no había ningún motivo para dejarlo. Pero yo ya le he dicho mil motivos. A veces dice que me ama y otras que me odia. 
Después de un mes ya estoy tanto física como mentalmente agotada. Pensé que ya no me quedaban más lágrimas que derramar. Pero han comenzado a brotar lágrimas de cocodrilo mientras leía el mensaje, media hora antes de que terminase la hora de literatura. Y no he parado hasta un buen rato después. He faltado a mi clase de neerlandés porque tenía de comenzar a llorar de nuevo en medio de clase. Ayer tampoco fui porque tuve que hacer papeleo. Y mañana no quiero ir. No tengo ganas y además toca clase de conversación y la odio porque no me gusta hablar en público y menos aún en un idioma que apenas conozco. 
Desearía poder quedarme en la cama y no salir hasta dentro de mucho tiempo. 

Me siento sola otra vez. A pesar de los abrazos de hoy de mis amigos. En cuanto nos separamos se me olvidan. Ahora mismo me gustaría tener a alguien que me abrazase y no me soltase. Pero estoy sola y soy demasiado cobarde como para pedir consuelo. 

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